La justicia los priva de la libertad y la sociedad de oportunidades
La justicia los priva de la libertad y la sociedad de oportunidades
Adriana Villegas Botero, directora del programa de Comunicación Social y Periodismo de la UManizales y Paula Andrea Jiménez Gálvez, profesora del mismo programa, recibieron la bandera y el escudo del Inpec, como muestra de agradecimiento por su trabajo en la Red.
El pasado jueves 12 de abril se realizó en Pereira el 1er Encuentro de
redes de apoyo, organizado por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario
(Inpec), Regional Viejo Caldas.
En el Evento, el Instituto hizo un reconocimiento público a aquellas
instituciones y personas que hacen parte de la red de apoyo de los centros
penitenciarios de la Regional, que suma 21 establecimientos, y de la cual hace
parte la Universidad de Manizales a través de sus programas de Medicina,
Derecho y Comunicación Social y Periodismo.
Gracias a la unión de estos esfuerzos de la sociedad civil, los centros
penitenciarios son apoyados en frentes relacionados con salud, educación, terapia
ocupacional, consulta psicológica, asesorías espirituales, formación para el
trabajo, entre otros, que ayudan a las personas privadas de la libertad a
sobrellevar su situación.
Colombia
tiene 135 cárceles y 121.000 reclusos, de los cuales, 50.000 están en condición de hacinamiento.
De acuerdo con Efraín Oswaldo Aragón Sánchez, asesor de derechos humanos del Inpec, y quién dirigió el Encuentro, la red social es vital en un contexto como el colombiano que tiene una población de reclusos que supera las posibilidades financieras y logísticas del Estado.
El apoyo brindado por la Red, favorece las condiciones no
sólo de las personas privadas de la libertad sino también del personal de
custodia y vigilancia, que se desempeña en un contexto laboral de alta
complejidad y riesgo psicosocial por las situaciones que deben abordar, no es
gratuito que el Inpec cuente actualmente con más de cinco mil funcionarios
reubicados.
“El
trabajo que realiza la Red de Apoyo es muy importante pero faltan manos. Adentro
hay mucho talento y ganas de salir adelante, pero no hay recursos”, Prada Santa
María.
No obstante las dificultades de laborar en las cárceles,
Ximena Prada Santa María, guía canina de la reclusión de mujeres de Armenia, y
quien hace parte del grupo de danzas de la misma institución, afirma que paradójicamente
es un trabajo muy gratificante, en la medida en que están en contacto
permanente con personas que requieren de mucho apoyo y agradecen cualquier
muestra de atención.
Por su parte, Alejandra Pineda Henao, profesora del programa de
Comunicación Social y Periodismo y quien ha apoyado los procesos desarrollados
en el marco de la Red, afirma que “lo que moviliza la participación institucional en estos escenarios es
la posibilidad de que desde la academia se aporte a los problemas del país
ofreciéndole a los privados de la libertad oportunidades de cambio, y a la
sociedad, seres humanos capaces de asumir nuevos retos, pues muchas veces,
además de la pérdida de la libertad, la sociedad les niega oportunidades para
salir adelante”.
La Red constituye un intento de armonizar voluntades institucionales y
personales para facilitar la readaptación y resocialización de los reclusos en
la sociedad, con el fin de que aquellos que ingresan, salgan realmente potenciados.