Según el Instituto Nacional de Salud, hay 65 intentos de suicidio diarios en el país.
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Si bien el término suicidio se
utiliza para hacer referencia a la forma como una persona se causa la muerte a
sí misma de forma deliberada, el profesor Jaime Alberto Carmona Parra, director
de la Escuela de Psicología de la UManizales y quien es experto en el tema de
comportamientos autodestructivos y suicidio, asegura que si bien las personas
que se suicidan son los autores materiales de su propia muerte, lo que
podríamos llamar la autoría intelectual puede ser más compleja. En estos hechos,
con frecuencia, hay influencias directas e indirectas de otros actores sociales,
con lo cual puede decirse que en muchos casos, la autoría intelectual de los
suicidios se relaciona con terceros.
Con ello podría hablarse de que
tanto el suicidio, como su prevención, son un fenómeno social.
De acuerdo con datos de medicina
legal, las cifras de hombres suicidados supera tres veces las de las mujeres,
este fenómeno se encuentra adherido al hecho que cultural y socialmente, se ha
permitido a las mujeres ser más expresivas de sus emociones y esto se ha
identificado como factor protector.
Según Carmona Parra, el escenario universitario es por excelencia un ambiente que ofrece múltiples factores protectores frente a los comportamientos autodestructivos y el suicidio y que contribuye de una manera muy potente a la afirmación de la vida, no obstante, en todas las universidades, como en el resto de los escenarios sociales, existen elementos que pueden operar como factores de riesgo frente a esta problemática.
Entre los factores protectores en el entorno universitario se encuentran los siguientes:
·El ingreso a la educación superior en sí mismo, se convierte para los jóvenes en una razón para vivir y salir adelante.
·Adicionalmente, los jóvenes en las universidades encuentran vínculos de calidad: afinidad con otros que comparten el sueño de hacerse profesionales; “no es gratuito que muchos hayamos conocido el amor de nuestras vidas en la universidad, así como amigos que nos han acompañado a lo largo de nuestras vidas”, afirma Carmona Parra.
·Los proyectos que adelantan las universidades en materia de formación integral, también pueden influir, de acuerdo con el Profesor, como factores positivos para prevenir en los jóvenes el suicidio y otras acciones autodestructivas.
·Otro aspecto que resalta el Investigador como factor protector en el contexto universitario tiene que ver con “las ideas o ideales, la ilusión de que en unos años se va a ser profesional, aportarle a la sociedad, darle mayor calidad de vida a su familia”, tienen un peso relevante en que los jóvenes deseen seguir adelante.
No obstante, las universidades también tienen implícitos riesgos que pudieran, en un momento determinado, favorecer ideas o comportamientos autodestructivos:
·Hay investigaciones que muestran por ejemplo, que las carreras en las que hay una mayor competitividad, una rivalidad hostil entre los estudiantes y unos niveles particularmente altos de estrés asociados a la actividad académica, presentan mayores índices de suicidio.
·Las tensiones y malas relaciones entre los profesores y entre estos y los estudiantes, se convierten en un detonante de pensamientos negativos en los estudiantes vulnerables o que ya tienen una predisposición a los comportamientos autodestructivos, que pueden llevarlos a ser más propensos a desarrollar pensamientos o acciones suicidas.
·Algunas investigaciones también han mostrado que aquellos estudiantes que son expulsados de las universidades, por ejemplo, después de perder tres veces un mismo curso, quedan en una condición de riesgo, en el que la expulsión de la institución favorece la aparición de comportamientos autodestructivos.
Si bien hay algunos factores que
pudieran aparecer como asociados a intentos suicidas e ideas autodestructivas,
Jaime Alberto Carmona Parra, hace hincapié en que es necesario entender el
suicidio como fenómeno multideterminado, es decir, que para explicarlo se
requiere el aporte de varias disciplinas. “Cuando
hablamos de estos factores relacionados con el mundo académico, no decimos que
necesariamente las personas se van a suicidar cuando ocurren, ahora, si un
estudiante tiene una predisposición subjetiva, además un contexto familiar
conflictivo, y se suma una circunstancia de estas, pues el riesgo se potencia”,
expresó.
Todas las formas de
exclusión social son un factor de riesgo
“A veces,
gestos muy sutiles como una sonrisa irónica, una palabra inadecuada, va
generando una dinámica en el aula que favorece ciertas violencias simbólicas. En
el mundo universitario no se da como en la escuela a través de empujones y
riñas, sino que se producen formas sutiles de exclusión”, expresa el
Directivo.
La humillación pública, la
descalificación y otros gestos de rechazo en el aula, pueden lastimar
profundamente a los estudiantes. En ocasiones, los universitarios son excluidos
en el propio entorno familiar, cuando la familia o pareja, no ha tenido la
posibilidad de acceder a la educación superior, es común que surjan comentarios
satíricos e irónicos frente al proceso formativo que ha iniciado el universitario.
Frases como: “yo he logrado más sin estudiar”, “estudiar no sirve para nada”, “ojalá
tanto sacrificio sirva”, y otras expresiones denigrantes frente a la vida
universitaria, pueden convertirse en situaciones problemáticas para el
estudiante.
Algunas claridades finales
·El suicidio no es exclusivamente la consecuencia
de una enfermedad mental, hay personas completamente sanas que no tienen ningún
tipo de trastorno y se suicidan.
·No todas las personas que realizan
comportamientos autodestructivos poseen una predisposición al suicidio, si bien
la historia personal influye, los comportamientos autodestructivos también responden a factores circunstanciales, es
decir, que todos seres humanos son susceptibles de tener ideas suicidas en
cualquier momento de la vida debido a alguna coyuntura.
·El suicidio hace parte de los que se denominan
comportamientos autodestructivos, entre los que se encuentra: el ocasionarse
lesiones, la sexualidad insegura, el abuso de sustancias psicoactivas y las
negligencias en el autocuidado.
·La familia es, a la vez, el mayor factor
protector y de riesgo ante comportamientos autodestructivos.
·Los vínculos académicos y de amistad de calidad
pueden ser un factor muy importante en la prevención de comportamientos
autodestructivos y en la afirmación de la vida de los estudiantes.