De minero a preparador físico: la alentadora historia de Hernán Salazar, mejor conocido como “Irra”
De minero a preparador físico: la alentadora historia de Hernán Salazar, mejor conocido como “Irra”
Hernán Augusto Salazar a la derecha realizando flexiones.
Dirección de Comunicaciones
y Mercadeo
El preparador físico del
equipo profesional de fútbol sala de la Universidad de Manizales, Hernán
Augusto Salazar Mahecha, vivió a sus 21 años unas de las pérdidas humanas más
lamentables de su vida. Dos de sus compañeros de trabajo en minería y amigos
cercanos del fútbol fallecieron en el interior de un cúbico.
Hernán Augusto nació en Puerto
Salgar, Cundinamarca. Abandonó el municipio junto a sus padres y dos hermanos más
para establecerse en Manizales cuando tenía 11 años. Adelantó los grados
octavo, noveno y décimo en la Institución Educativa INEM Baldomero Sanín Cano
pero las ganancias que les dejó la venta de parcelas en el Magdalena Medio se
agotaron de a poco y la familia se vio en la necesidad de viajar a Irra,
Quinchía, Risaralda, en busca de nuevas oportunidades. Allí conoció a Nicolás y
Felipe, sus compañeros de juego.
“Tenía 16 años cuando llegué a
Irra. Comencé a jugar fútbol con los jóvenes de allá todos los domingos en un
torneo de la región. Ellos mismos me enseñaron a trabajar en las minas, una
labor a la que me dediqué durante varios años”, señaló el también instructor
del gimnasio de la UManizales.
Terminó su último grado de
bachillerato en Liceo Presbítero Jesús Antonio Serna, ubicado también en
Quinchía. En el 2003 regresa a la capital caldense y se interesa por iniciar
una carrera profesional relacionada con los deportes ya que en sus compromisos
deportivos de torneos como el de la Asunción, Villamaría, Reyes Magos y
Aranjuez, conoció a otros compañeros que adelantaban una licenciatura en educación
física.
Para costear los gastos de sus
estudios, estadía, alimentación, fotocopias y demás, viajaba todos los fines de
semana a Irra para continuar con sus labores en
minería. Los domingos jugaba y al fin del día le entregaban su pago para
regresar nuevamente en la noche a Manizales y retomar estudios al lunes siguiente.
Así lo hizo durante los tres primeros años del pregrado hasta que incursionó en
la docencia en colegios privados de la ciudad.
“Mis funciones eran muchas como picar en el frente, transportar la carga al interior de los túneles, subir la carga por el túnel. A veces había que lavar al tierra en unos cajones para obtener el oro de la tierra. Me da mucha tristeza lo de mis amigos porque a ellos no se les presentó una oportunidad como la mía para buscar otra opción de vida desde lo académica. Ellos sí se vieron en la obligación de continuar trabajando en las minas”, comentó con melancolía el docente de 37 años.
En el 2008 recibe su
título como Licenciado en Educación Física, Recreación y Deporte y el 2012 como
Magíster en Educación de la Universidad de Caldas. En la actualidad está a la
espera de su graduación de una especialización que adelantó en Teoría y
Metodología del Entrenamiento Deportivo en la Escuela Nacional del Deporte, en
Cali.
Hace tres años llegó a la UManizales como instructor del gimnasio fortaleciendo el proceso deportivo de jugadores en todas las disciplinas. Nelson Penagos le extiende la invitación para acompañar al equipo de futbol sala cuando apenas disputaba el ascenso para la Liga Argos. Desde entonces, continúa apoyando los entrenamientos virtuales que permitan la estabilidad profesional del equipo.
“Cuando relacionas los conceptos teóricos del deporte con la práctica y notas los resultados es bastante alentador. Ver como el equipo compite de par a par con el mejor de la Liga es muy satisfactorio. Soy muy feliz con mi trabajo”, argumentó Salazar Mahecha.