Hoy, Natalia está vinculada con el equipo de fútbol sala femenino de la UManizales y reconoce que ha sido un constante aprendizaje.
Foto: cortesía
Dirección de Comunicaciones
y Mercadeo
Natalia Pérez Gómez,
estudiante de cuarto semestre del programa de Psicología de la Universidad de
Manizales, se caracteriza por ser una fiel amante al deporte. Es jinete, tenista,
porrista, chalinera y futbolista. En medio de su versatilidad, sufrió un
accidente que le produjo inactividad física por un año.
La bogotana llegó a Manizales
desde muy niña. Durante un entrenamiento de porrismo, sufrió un esguince de columna
cervical al caer al piso de cemento en uno de los lanzamientos de sus
compañeras. Inmediatamente fue traslada a una clínica de la ciudad para la toma
de radiografías.
“La profesora nos estaba
explicando cómo hacer una pirueta. Yo era la flyer – la que lanzaban -pero mis
compañeras no se dieron cuenta y no me recibieron. Yo caí directo al piso y no
sentía mis piernas”, comentó la deportista de 17 años.
Durante esa temporada Natalia
estaba en Talentos Caldas aprendiendo de fútbol, su verdadera pasión. También estuvo
en Formadores y Valencia Fútbol Club. Ni un accidente de este tipo la desaminó
en sus ganas de seguir demostrando su talento en la cancha.
“El cambio fue complicado. En
el fútbol yo manejada la posición de volante por los costados y ahora en el
fútbol sala todo es mucho más rápido. Esto me ha permitido desarrollar
habilidades como la capacidad de reacción. Ya son cuatro semestres con el
equipo y espero seguir aprendiendo”, destacó Pérez Gómez.
Desde que se decretó el
aislamiento social obligatorio y de la mano de su entrenador Ómar Hernández,
Natalia continúa con una serie de ejercicios que él mismo preparó para ella aprovechando
el espacio que hay en la cancha de su conjunto residencial.
La Universidad de Manizales
reconoce su talento y la apoya con un descuento del 50% en el valor de su
matrícula.