Estudiante de Psicología obtuvo segundo puesto en el Encuentro Nacional de Prácticas Exitosas, organizado por la Red de Prácticas de Psicología (Reppsi)
Estudiante de Psicología obtuvo segundo puesto en el Encuentro Nacional de Prácticas Exitosas, organizado por la Red de Prácticas de Psicología (Reppsi)
“Me apasiona enseñar a los niños que no existen emociones malas, que es normal sentirse feliz, triste, tener miedo o aburrirse, y que es posible buscar herramientas para estar cada vez mejor”: Luz Adriana Mejía Trujillo.
Manizales, 18 de septiembre del 2020
Los estudiantes del programa
de Psicología de la Universidad de Manizales, se han caracterizado por realizar
sus prácticas profesionales, a través de estrategias propias que aportan a la
educación y que se convierten en proyectos de vida.
Luz Adriana Mejía Trujillo,
es estudiante del programa de Psicología de la Universidad de Manizales.
Durante su práctica profesional de IX semestre, tuvo la oportunidad de
implementar un proyecto para trabajar la educación emocional en la primera
infancia, el cual desarrolló dentro del Jardín Infantil Semillita.
Los conocimientos adquiridos
en la experiencia y los resultados obtenidos, le permitieron participar en el
Encuentro Nacional de Prácticas Exitosas, organizado por la Red de Prácticas de
Psicología (Reppsi). Allí, logró obtener el segundo puesto por los aportes a la
educación de su iniciativa.
Dentro de las estrategias
desarrolladas por la estudiante, se identificó la conexión permanente con los
familiares de los niños y niñas; además de la implementación de la caja de
emociones, una herramienta que consiste en varios cuentos que narran los diferentes
estados emocionales de una persona en circunstancias de la vida y lo que siente
el cuerpo producto de ellas; así mismo, esta caja contiene un libro de actividades
y retos que desarrollan los infantes y cartas con mensajes alusivos al campo de
las emociones para ser compartidos con los participantes, entre otras cosas.
“Mi interés en la educación emocional, nace porque cuando yo era
pequeña, no me hubiera venido nada mal que me enseñaran a identificar y
gestionar mis emociones”, expresa la autora del proyecto. Además, según
ella, el 80% de las conexiones neuronales se dan entre los primeros seis años
de vida, por lo que es una etapa clave para adquirir conocimientos
significativos.
“La educación emocional se puede aprender en cualquier momento de la
vida, pero es muy efectivo si se logra este aprendizaje en la época de la
primera infancia, con el fin de procurar un mayor éxito en el desarrollo de la
vida”, complementó Mejía Trujillo.
El proyecto continuará
fortaleciendo sus herramientas para contribuir con el desarrollo educativo de
los niños y niñas, y ayudarles en la consecución de sus sueños, pues la autora
considera que, cuando existe pasión y entrega por lo que se hace, ninguna
barrera imposibilita seguir avanzando.