El profesor Richard Millán Torres, estuvo presente en la decimoquinta edición del Congreso Iberoamericano de Investigadores en Comunicación (Ibercom) desarrollada en Portugal (Lisboa), en la Universidad Católica Portuguesa.
Fotos: cortesía Richard Millán Torres.
Dirección de Comunicaciones y Mercadeo
Richard Armando Millán Torres, es profesor del
programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Manizales. Su
trayecto profesional, ha estado permeado por experiencias como reportero del conflicto
armado colombiano, pero también como espectador y víctima de esta realidad,
aprendizajes que no ha guardado en el baúl de los recuerdos, pues comparte cada
uno de sus conocimientos y vivencias con sus estudiantes. Y es precisamente el
campo de la academia el que le ha posibilitado la construcción de nuevos
saberes en torno a su disciplina, puntualmente, en la esfera de los medios
masivos de comunicación.
Dentro de sus investigaciones, se encuentra: “La mediación de los relatos mediáticos en
las formas de habitar el territorio en los pobladores de la región del eje
Cafetero en Colombia”, estudio que
ya visitó territorio europeo, por medio de una ponencia que realizó el
investigador en Portugal. Con el propósito de conocer más sobre este proyecto,
Millán Torres nos cuenta algunos detalles:
Umedia: Dentro de su propuesta investigativa, utiliza el concepto de
paisajes narrativos mediáticos. ¿Qué significa?
Richard: son ideas que se representan en el imaginario de
las audiencias sobre algún lugar, hábito, costumbre o persona, a partir de los contenidos que narran los
medios de comunicación. Eso es lo que nosotros deseamos conocer en el estudio,
esos imaginarios de las personas sobre el Paisaje Cultural Cafetero.
¿Pero en la investigación se analizan los contenidos que producen los
medios o las ideas representadas por las audiencias sobre el Paisaje?
Debemos analizar las dos esferas, ya que el Paisaje
Cultural Cafetero busca proteger algunas costumbres culturales y sociales, y
queremos entender si en el imaginario de las personas se conservan esos
propósitos. Para ello, necesitamos entender entonces cómo los medios narran el verde de ese
paisaje, y cómo los las audiencias lo
configuran.
En ese sentido, ¿se estudian las audiencias en relación con los medios,
pero también con su entorno, territorio o historia?
Estamos entendiendo las audiencias en relación con
los medios, pero incluimos esas otras categorías para generar un contexto, es
decir, necesitamos comprender las costumbres, el territorio y las prácticas de
las personas, ya que esto permite conocer cómo los sujetos configuran el
Paisaje Cafetero a partir de los contenidos mediáticos.
Los cambios que sufre el Paisaje Cultural Cafetero, producto de la
transformación del entorno, la producción mediática, y otras características de
la globalización, ¿son perceptibles por las personas que habitan dicho paisaje
o solo esos cambios se entienden en el exterior?
Es posible que eso ocurra. Muchas veces nosotros
nos miramos al espejo y no nos damos cuenta de los cambios, pero otras personas
sí nos perciben diferentes. No obstante,
cuando nosotros nos acercamos a las audiencias, ellos sí caen en la cuenta de
esas transformaciones, que tal vez para ellos fueron normales por las
circunstancias del momento, pero que luego comprenden sus implicaciones.
Cuando se habla de que los medios son los encargados de trasmitir ideas
sobre el Paisaje Cultural, ¿estaríamos hablando de una función formativa e
informativa?
Sí, se ven reflejadas esas funciones del periodismo
en este proceso. Yo lo que siento es que los medios han perdido el horizonte
frente a lo que nos caracteriza como territorios, y a nuestra identidad. La
globalización nos ha homogenizado, y así como leemos Manizales, podemos hacerlo
con Bogotá, Cali, Bucaramanga, no hay diferencia. Es necesario que en los
contenidos mediáticos se establezcan parámetros que permitan fortalecer una
identidad, ser el reflejo de lo que es la región. Debe existir un compromiso
para reafirmar nuestra cultura.
Todo lo anterior, nos permite entender que el Paisaje Cultural Cafetero
no solo son las hectáreas de café ¿qué más significa entonces?
Significa el cuerpo, el cafetal, la música, la
comida, las costumbres, las relaciones sociales, hay muchos procesos
socioculturales que hacen parte de este paisaje.
Y si el Paisaje es todo eso que menciona, ¿cuál era su inquietud puntual
cuando decide realizar esta investigación?
La preocupación es el peligro de perder la
declaratoria del Paisaje Cultural Cafetero que nos otorgó la Unesco. De hecho,
es un riesgo que ya se ha anunciado por distintos medios. Muchas fincas
cafeteras tradicionales, arrancaron el café e hicieron piscinas, entonces solo
queda el recuerdo, o por ejemplo en zonas cafeteras también ofrecen comida
internacional. Por esta razón, esa identidad podría desaparecer.
Hay que tener presente que el desarrollo beneficia a gran parte de la
población. No obstante, cuando dicho desarrollo implica terminar con el
patrimonio, construir casas modernas y derribar las antiguas, modernizar un
parque o una plaza tradicional, ¿qué opina de esas formas del progreso?
No estoy de acuerdo con esas prácticas. El
desarrollo de las sociedades debe ir acorde con la conservación de su entorno.
Ese mismo argumento del desarrollo, ha terminado con fuentes de agua, reservas
naturales, bosques primarios, y demás. Yo creo que nosotros podemos crecer sin
afanes, siempre pensando en conservar.
Así como existe una conciencia, hay otras personas a quienes no les
importa.
En cuanto a los resultados preliminares que plantea el estudio, ¿cuáles
son los principales hallazgos identificados hasta el momento?
Existe una relación entre los relatos mediáticos
del Paisaje Cultural Cafetero y la realidad del territorio. Así mismo, se
identifica que las personas tienen imaginarios de la zona cafetera que
concuerdan con lo que verdaderamente esto significa. No obstante, las
comunidades sienten la necesidad de una zona cafetera más sana, con mejores
condiciones de vida, que no haya necesidad de ir al pueblo para garantizar
mejores oportunidades.
Entiendo que el estudio hace parte de una convocatoria de la Universidad
de Manizales. ¿Cómo fue el proceso?
La Universidad tiene establecidas tres categorías
investigativas: baja, mediana y alta cuantía, y dependiendo de ello se genera
el apoyo económico a los proyectos. Nuestro estudio es de mediana. Nos
presentamos, se revisaron varios ítems por parte de distintos jurados
nacionales, expertos en investigación, y la calificación superó el umbral
exigido, por lo que fuimos seleccionados. Algo muy importante, es que el estudio
lo vinculamos con otra institución, en este caso, la Universidad Tecnológica de
Pereira, con el profesor Julián Burgos, quienes también financian parte del
proceso. Entre los compromisos, se encuentra realizar ponencias, publicar artículos
y escribir un libro.
Una de
las características destacadas por la Unesco, para declarar al Paisaje Cultural
Cafetero como patrimonio de la humanidad, es la calidad del cultivo que se
adapta a las condiciones geográficas y naturales únicas del mundo y al
desarrollo de una cultura y un capital excepcionales.
La pasión que Richard siente por su trabajo, no le
permite estar cansado ni alejado del resto del mundo: “yo siempre he dicho que la investigación es como una fuerza centrífuga;
se empieza en un punto y se convierte en un huracán, alejándonos cada vez más
del central. Es duro volver a tomar el rumbo inicial, pero hay que hacerlo”,
explica.
Además, admite que investigar implica ser
disciplinado y tener los tiempos para cada cosa, ya que todo es importante,
como la vida social. No obstante, afirma con certeza que se siente feliz de
poder trabajar con jóvenes, y disfrutar la vida académica que le propicia la
Universidad de Manizales, buscando impactar a la sociedad con nuevos
conocimientos que en realidad sirvan en la solución de problemas: “investigar para generar cambio, es una apuesta institucional ”
complementa.